Rinoplastia
Por rinoplastia entendemos cualquier intervención realizada para mejorar el aspecto estético de la nariz. De esta forma, existen muy diversos tipos de rinoplastia, dependiendo de las necesidades y deseos de cada paciente.
Armonía, proporciones, facciones
La versatilidad de esta intervención hace imprescindible que la primera consulta con el cirujano sea muy exhaustiva. En ella, la paciente debe poder poner de manifiesto (con ayuda del cirujano) cuales son las características que desea corregir, así como cómo es su ideal estético. Así, se determinan qué características van a ser mejoradas mediante la cirugía y cuáles no y se diseña la intervención de forma personalizada para conseguir los objetivos concretos de la paciente necesite. La rinoplastia realizada de esta forma consigue una nariz en la que hemos eliminado los “defectos”, manteniendo el resto sin modificar. Este abordaje consigue un resultado más natural, y adecuado a las características faciales pre-existentes.
Durante la rinoplastia, se puede tratar el tabique nasal en los casos en que sea necesario, circunstancia que ocurre con muchísima frecuencia. En estos casos la intervención se denomina septorrinoplastia, y es a la vez una intervención estética y funcional.
La intervención se hace bajo anestesia general y con 24 horas de ingreso hospitalario. Aunque gran parte del resultado es notorio desde que se elimina la férula externa, a la semana de la intervención, los detalles finos solo se ponen de manifiesto pasado más tiempo, debido a la inflamación de los tejidos, que se va resolviendo paulatinamente.
